sexta-feira, 28 de agosto de 2009

UNA HERMOSA DELEGADA








Yo nunca supe cantar
mis deseos secretos
fantasmas de mi mismo
tristes cantos viejos

tampoco nuevos amores
dulces de recordar
leyendas y cariños
fuentes en el desierto


bajo claras sombras
quedase mi sueño
cuando oigo tu voz
en este salón polvoriento...


Sesión del Consejo, Roma junio de 2004




Nenhum comentário:

Postar um comentário